Mamografía: definición, usos, procedimiento y precio

Tipos de mamografía

Existen dos tipos principales de mamografía según la metodología empleada. Se describen en el siguiente listado:

1. Mamografía digital 2D: esta técnica genera una imagen bidimensional de cada mama a partir de dos imágenes radiográficas (de arriba hacia abajo y de lado a lado).
2. Mamografía 3D o tomosíntesis mamaria: captura múltiples imágenes de rayos X desde distintos ángulos para generar imágenes de la mama en tres dimensiones. Proporciona una vista más detallada y exacta del tejido mamario, pero puede implicar una mayor dosis de radiación y un tiempo de adquisición de imágenes algo más amplio.

Según su funcionalidad, la mamografía también se puede dividir en dos grandes grupos:

1. Mamografía de rutina: prueba de detección temprana del cáncer de mama en personas de sexo biológico femenino que no presentan síntomas o signos evidentes de la enfermedad. El objetivo principal de esta técnica es detectar el cáncer cuando aún es pequeño, para así tratarlo cuanto antes y mejorar el pronóstico al máximo.
2. Mamografía diagnóstica: se utiliza para encontrar la causa de cambios sospechosos en la mama, como aparición de bultos, dolor, aspecto inusual, secreciones mamarias extrañas y más. Implica una exploración más minuciosa del tejido mamario, y también se utiliza para evaluar hallazgos inesperados en una mamografía de rutina.

En lo que a regiones analizadas se refiere, existen dos tipos de mamografía adicionales:

1. Mamografía unilateral: evalúa solo una de las mamas.
2. Mamografía bilateral: evalúa ambas mamas.

La mamografía bilateral es la técnica estándar utilizada en la detección de cáncer de mama y se realiza de forma más habitual que la variante unilateral.

Preparación para la mamografía

En primer lugar, es necesario comentar con el profesional en salud cualquier signo clínico o síntoma para facilitar el posterior diagnóstico de la patología mamaria. También es muy importante mencionar diversas particularidades de la paciente, como toda cirugía mamaria previa, historiales familiares/personales de cáncer de mama, uso previo de hormonas o terapia anticonceptiva, enfermedad mamaria experimentada y cualquier otro dato de interés.

Según fuentes profesionales, el mejor momento para realizar un mamograma de exploración es una semana después del periodo menstrual. De lo contrario, es posible que las pacientes con mayor sensibilidad experimenten un dolor aumentado durante el procedimiento si las mamas están sensibles. Más allá de estas apreciaciones, es necesario tener en cuenta la siguiente preparación:

• El día del examen, no se deben utilizar desodorantes, cremas y ungüentos tanto en las axilas como en las mamas. Esto puede interferir con la correcta obtención de las imágenes.
• Hay que vestir con ropa fácil de poner y quitar.
• Se recomienda llevar cualquier otro informe relacionado con la mama que se haya realizado previamente el día del estudio.
• En caso de estar embarazada o en periodo de lactancia, hay que comentarlo con el profesional de la salud. Es posible que se recomiende la realización de una ecografía mamaria en vez de la mamografía tradicional.

Más allá de estas apreciaciones, no se requiere una preparación previa excesiva para la realización de la mamografía. De todas formas, ante cualquier duda, se recomienda a la paciente ponerse en contacto con el médico.

¿Cómo se realiza la mamografía?

Una vez llega a la clínica, la paciente debe colocarse frente a un equipo especializado llamado mamógrafo. Durante el examen, el profesional técnico en radiología posiciona cuidadosamente el seno entre dos placas planas del mamógrafo. Estas placas ejercen una compresión suave, pero firme, sobre la mama. La compresión es necesaria para extender el tejido mamario de manera uniforme y reducir la cantidad de radiación necesaria. Puede resultar algo dolorosa, pero siempre se realizará con el mayor cuidado posible para minimizar el malestar de la paciente.

Una vez que el seno está correctamente posicionado y comprimido, se toman las imágenes de rayos X. Habitualmente, se realizan al menos dos imágenes de cada seno: una vista desde arriba y otra desde un ángulo lateral. Durante el procedimiento, es crucial que la paciente permanezca inmóvil y siga las indicaciones del técnico, pues de lo contrario las imágenes podrían no reflejar correctamente el estado de los tejidos internos de la mama. El procedimiento completo toma unos 20 minutos de duración. Se puede hacer vida completamente normal después de la prueba.

Beneficios y riesgos de la mamografía

La mamografía es la técnica de diagnóstico por imagen de excelencia para el cáncer de mama. Reporta múltiples beneficios, entre los que se destacan los siguientes:

• Esta técnica ha demostrado su capacidad de reducir el riesgo de muerte debido al cáncer de seno, pues la detección temprana facilita el tratamiento y mejora el pronóstico.
• Aunque supone cierta exposición a radiación ionizante, la cantidad de rayos X emitidos durante una mamografía es relativamente baja en comparación con otros procedimientos médicos de tipo radiografía.
• Es la mejor manera de detectar el cáncer de mama para la mayoría de las mujeres en edad para hacerse pruebas de detección.

Más allá de las múltiples bondades de este estudio, hay que tener en cuenta también potenciales riesgos o efectos asociados. La mamografía implica exposición a rayos X, y esto siempre conlleva un ligerísimo riesgo de desarrollar cáncer como consecuencia. De todas formas, en la inmensa mayoría de los escenarios, los potenciales beneficios de descubrir una patología mamaria mediante esta técnica superan de forma muy amplia cualquier potencial perjuicio, por lo que se considera un estudio seguro.

Precio de la mamografía

El precio de la mamografía puede variar según la metodología utilizada (la mamografía 3D suele ser más cara que la 2D), la ubicación geográfica de la paciente, la cobertura de seguro médico, si se van a estudiar ambas mamas o solo una y la potencial necesidad de estudios adicionales, entre otras muchas cosas. De todas formas, los estudios más comunes se consideran económicos, sobre todo si se comparan con otras pruebas imagenológicas. Los rayos X están ampliamente disponibles y su coste de realización es relativamente bajo.

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