2. Capacidad de observar microcalcificaciones
Tal y como indican fuentes profesionales, la diferencia en la obtención de imágenes entre ambas técnicas radica de forma principal en el siguiente hecho: en general, la ecografía mamaria no es capaz de detectar microcalcificaciones. Las microcalcificaciones son pequeñas manchas de calcio que pueden evidenciar el desarrollo temprano de un cáncer de mama o, en su defecto, la aparición de lesiones precancerosas en el tejido mamario. Tienen una gran relevancia en el diagnóstico del cáncer de mama, y su detección suele requerir la realización de más pruebas y un control más regular en la paciente.
Las microcalcificaciones suelen medir entre 0.1 y 1 mm, lo que está por debajo del límite de resolución de la mayoría de los ecógrafos. De todas formas, la mamografía tradicional sí que permite la detección de estos hallazgos clínicos, pues el contraste entre la densidad de estos materiales y el tejido circundante hace que sea fácil subrayarlos con uso de radiación ionizante. Teniendo en cuenta que un 55 % de los cánceres de mama no palpables se diagnostican mediante la presencia de microcalcificaciones, esta diferencia entre ambas técnicas es esencial.
3. Técnicas complementarias, pero no intercambiables
En este punto, es importante destacar que en prácticamente ningún caso la ecografía mamaria supone un reemplazo a la mamografía. La eco mamaria es complementaria cuando ya se ha realizado una prueba por rayos X antes, pero la mamografía siempre debe ser la exploración inicial. Tal y como indican fuentes médicas, las mamografías de detección detectan entre 4 y 6 casos de cáncer de mama por cada 1000 mujeres. Cuando además se hace una ecografía mamaria, es posible la detección de 2 o 3 casos más por cada 1000 mujeres. Por lo tanto, la ecografía mamaria es una valiosa herramienta de detección que se puede utilizar en adición a la mamografía.
Es posible que el profesional médico recomiende la ecografía mamaria como accesorio a la mamografía en los siguientes escenarios:
- Determinar la diferencia entre una masa sólida o un quiste líquido una vez se ha detectado mediante mamografía.
- Complementar el diagnóstico en mujeres joven o con tejido mamario denso, pues la ecografía permite ver estructuras que podrían pasar desapercibidas en la mamografía en este escenario.
- Complementar el diagnóstico en mujeres embarazadas. El uso de radiación podría llegar a ser nocivo durante la gestación, por lo que en el embarazo se puede recomendar con más asiduidad la ecografía.
- Guiar biopsias cuando se necesita extraer una muestra de un tumor sospechoso.
- Se indica cuando hay signos de mastitis o abscesos, permitiendo evaluar la inflamación y la presencia de líquido infectado.
4. El procedimiento es diferente
Como es de imaginar, la forma de realizar ambas pruebas es muy diferente. Para la mamografía, la paciente se debe colocar de pie frente a un mamógrafo, y cada mama es comprimida entre dos placas de plástico para aplanar el tejido y mejorar la calidad de la imagen. Se toman al menos dos radiografías por cada mama en diferentes ángulos. Aunque la compresión puede resultar incómoda, llevarla a cabo es fundamental para reducir la cantidad de radiación utilizada y mejorar la precisión del estudio.
Por otro lado, la ecografía mamaria se realiza con la paciente acostada, y el técnico aplica un gel conductor sobre la piel para mejorar la transmisión de las ondas sonoras. Luego, el transductor (previamente mencionado) se desliza sobre la mama, emitiendo ultrasonidos que rebotan en los tejidos y forman una imagen en escala de grises en un monitor. Este estudio es indoloro y no usa radiación.
Las diferencias en la realización de estos estudios radican en la tecnología utilizada y la preparación de la paciente. Mientras que la mamografía requiere compresión de la mama y el uso de rayos X, la ecografía solo necesita la aplicación de un gel y el uso de ultrasonidos. Además, la mamografía se realiza en posición de pie y requiere contención de la respiración por unos segundos, mientras que la ecografía se hace con la paciente acostada y permite la observación en tiempo real.
5. Utilización de radiación ionizante
Como ya se ha mencionado en líneas previas, la mamografía requiere la utilización de radiación ionizante (rayos X), mientras que la ecografía mamaria no. En promedio, la dosis total para un mamograma común a dos tomas para cada seno es de aproximadamente 0.4 milisieverts (mSv), aproximadamente la misma cantidad de radiación que recibiría una mujer en su entorno natural durante un intervalo temporal de alrededor de 7 semanas. Aunque la exposición a radiación de esta técnica es baja, es importante tenerla en cuenta ante situaciones de embarazo o si se debe repetir la prueba de forma muy asidua para el seguimiento de una patología ya diagnosticada.
La exposición prolongada a radiación en ciertas áreas anatómicas puede provocar daño celular y, en un ínfimo porcentaje de pacientes, aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Por este motivo, si se requiere un seguimiento prolongado de la mama, es posible que se recomiende la realización de una ecografía mamaria en algunos escenarios como reemplazo de la mamografía. De todas formas, hay que tener en cuenta que todo riesgo frente a exposición a radiación es menor que los potenciales beneficios de los hallazgos clínicos durante la prueba. Ante cualquier duda o inquietud, coméntalo con tu médico de confianza.
6. Imágenes obtenidas
Otra de las diferencias claves entre mamografía y ecografía mamaria radica en las imágenes obtenidas. La mamografía, al tratarse de un estudio de rayos X, permite obtener resultados en forma de imágenes estáticas en dos dimensiones. Aunque tienen una enorme utilidad clínica, esta modalidad de imágenes puede provocar la superposición de tejidos en algunos escenarios, y que ciertos hallazgos no se observen bien (como es el caso en mujeres con tejido mamario denso).
Por otro lado, y como ya se ha mencionado, la ecografía mamaria permite obtener imágenes a tiempo real. Durante esta prueba, el profesional médico puede observar la movilidad y la consistencia de las lesiones, algo de especial relevancia clínica cuando se trata de lesiones líquidas.
7. Precio de la mamografía y precio de la ecografía mamaria
El precio de la mamografía y la ecografía mamaria es similar en muchos escenarios, si bien la mamografía puede ser algo más costosa según la región y el centro consultado. La ecografía usa un equipo de ultrasonido, que aunque avanzado, es más accesible en términos de costos operativos en comparación con la maquinaria y el personal necesarios para la realización de una mamografía.
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