Compra tus estudios para el cáncer de mama en MIDIAGNOSTICO. Disponibles en Madrid, Sevilla, Barcelona y Zaragoza.

Cáncer de mama: causas, síntomas y tratamiento

Comparte:

El cáncer es uno de los grupos patológicos más prevalentes en todo el mundo. Según fuentes estadísticas, en el año 202o se diagnosticaron más de 18 millones de casos de cáncer, 9,3 millones de ellos en hombres y 8,8 millones en mujeres. El cáncer de mama se considera el tipo más común a nivel global, respondiendo al 12,5 % de los cánceres detectados anuales. A pesar de su alta presencia en la sociedad general, esta neoplasia maligna no se encuentra necesariamente entre los cánceres más letales, pues su pronóstico puede llegar a ser excelente si se detecta a tiempo.

Conocer la etiología, los síntomas tempranos y las causas del cáncer de mama es esencial tanto para evitar como para tratar este cuadro. En las siguientes líneas, se explora toda la información clínica sobre el cáncer de mama y cómo detectarlo de forma temprana. Cuando se habla de cáncer, en la prevención y la rapidez de actuación está la clave.

¿Qué es el cáncer de mama?

El término cáncer engloba a un grupo de enfermedades en las que ciertas células del cuerpo se multiplican sin control con la potencialidad de invadir otros tejidos y órganos. En condiciones de normalidad, los cuerpos celulares crecen, se dividen y se multiplican siguiendo patrones fisiológicos ordenados, pero ciertos cambios en el ADN (mutaciones) pueden hacer que tenga lugar un crecimiento desproporcionado, dando así lugar al tumor.

Los tumores pueden ser benignos (autolimitados) o malignos, es decir, con la potencialidad de invadir los tejidos adyacentes. Los cánceres pueden tener un importante componente genético heredable (hasta 15-20 % de los casos), pero sin duda el ambiente y los hábitos vitales también juegan un papel esencial en su aparición.

El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se forma en el tejido de las mamas. Tal y como indican fuentes epidemiológicas, se trata del tipo de cáncer que se diagnostica con más asiduidad en el sexo biológico femenino, pues 1 de cada 8 mujeres lo padecerán a lo largo de su vida. De todas formas, si se encuentra en su fase localizada, esta neoplasia maligna reporta una supervivencia a 5 años del diagnóstico superior al 99 %.

El cáncer mamario se desarrolla debido a daños en el ADN y mutaciones genéticas. A veces, la predisposición se hereda por las mutaciones en ciertos genes, como BRCA1 y BRCA2. En otras ocasiones, existen factores predisponentes a nivel comportamental/ambiental o las mutaciones simplemente se producen de forma aleatoria.

Tipos de cáncer de mama

En este punto, cabe destacar que, según estudios, solo el 10 % de los bultos nuevos en la mama se corresponden a un proceso canceroso. No todas las irregularidades mamarias responden a un cáncer, pues también pueden ser signo de quistes mamarios, lipomas, infecciones, papilomas intraductales y mucho más.

Entre los tumores mamarios que sí son cancerosos, se puede establecer la siguiente clasificación:

  1. Carcinoma ductal invasivo: comienza en los conductos lácteos, encargados de transportar la leche desde los lobulillos al pezón. Aproximadamente el 80 % de los cánceres de mama son de este tipo.
  2. Carcinoma lobular invasivo: comienza en las glándulas productoras de leche de la mama, llamadas lobulillos. Es el segundo tipo de cáncer de mama más habitual y responde a un 10 % del total de los cuadros.

 ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

A menudo, el cáncer de mama precoz en sus primeros estadios no provoca síntomas. Por esta razón, las autoexploraciones, las pruebas de cribado y otros procedimientos son esenciales para detectar esta neoplasia maligna cuanto antes. A medida que el cáncer crece, es posible experimentar los siguientes signos clínicos:

  • Un bulto o engrosamiento en una de las mamas que se siente distinto al resto del tejido que lo rodea.
  • Cambios en la piel de una de las mamas, formándose hoyuelos, enrojecimientos o depresiones visibles.
  • Inversión reciente de uno de los pezones.
  • Excreción de líquido extraño del pezón: sanguinolento, claro, amarillento o purulento.
  • Dolor mamario, aunque este no es muy común (ocurre en menos del 5 % de los casos).
  • Desprendimiento de la piel, descamazón, pelado y otros cambios epidérmicos en mama/areola.

Si el cáncer de mama se propaga a otros tejidos, se pueden experimentar otros síntomas accesorios de naturaleza grave que pueden indicar una metástasis. Entre ellos, destacan el dolor óseo, la dificultad respiratoria, la hinchazón de los ganglios linfáticos axilares y la pérdida de peso. Huelga decir que, ante cualquiera de los signos citados (sean leves o severos), se requiere atención médica inmediata.

¿Cuáles son las causas del cáncer de mama?

Como se ha mencionado en líneas previas, el cáncer de mama ocurre cuando se producen mutaciones genéticas en ciertas células del tejido mamario, lo cual provoca que estas crezcan sin control, formen el tumor y se diseminen por el resto del cuerpo. Aunque estos cambios celulares no tienen explicación en todos los casos, sí se ha registrado que ciertas mutaciones hereditarias pueden aumentar de forma considerable el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Los genes BRCA1 y BRCA2 son de especial interés, pues en situaciones de normalidad actúan como supresores tumorales. Entre el 55 % y el 72 % de las mujeres que heredan una variante dañina del BRCA1 y entre el 45 % y el 69 % de las que heredan una variante dañina del BRCA2 desarrollarán cáncer de mama entre los 70 y los 80 años, algo que denota la importantísima carga genética de esta patología. Otros genes, como el PALB2 o el CHEK2, también son relevantes en este terreno.

Aunque entre el 5 y el 10 % de los cánceres de mama se expliquen por mutaciones heredadas, en la mayoría de los casos estas se producen de forma adquirida. Esto quiere decir que el cambio genético ha tenido lugar a lo largo de la vida de la persona, y no estaba presente desde el nacimiento.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo más destacados para el desarrollo de cáncer de mama, destacamos los siguientes:

  • Ser de sexo biológico femenino. Las mujeres tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama, aunque también puede ocurrir en varones.
  • Tener edad avanzada. La mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 62 años.
  • Antecedentes de hallazgos anormales mamarios previos.
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama. Entre ellos, destacan que una mujer familiar de primer grado haya tenido cáncer de mama antes de los 45 años, que haya cánceres de mama en múltiples generaciones en un lado de la familia, que un pariente masculino haya tenido un cáncer de mama o que una mujer familiar de primer grado tenga un segundo cáncer de mama.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama.
  • Otros factores: presentar obesidad, exposición previa a la radiación, menstruación temprana, menopausia a edad avanzada, terapia con hormonas posmenopausia y más.

Estos son algunos de los factores de riesgo más reseñables para el desarrollo de esta neoplasia maligna, pero no los únicos. Ante cualquier duda, la mejor recomendación es consultar con el profesional de salud de confianza.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama?

Existen diversas pruebas y estudios para prevenir y diagnosticar el cáncer de mama. Se citan las siguientes:

  • Examen físico: la autoexploración y la palpación por parte de un profesional médico puede confirmar la presencia de irregularidades y masas características del cáncer de mama. De todas formas, no todos los cánceres son palpables.
  • Mamografía: una técnica de diagnóstico por imagen que emplea rayos X, un tipo de radiación ionizante, para observar el tejido mamario.
  • Resonancia magnética (RM): la resonancia magnética es una técnica imagenológica que permite detectar lesiones y masas que pueden quedar ocultas en una mamografía tradicional. También puede ayudar a detectar el cáncer de mama en mujeres con implantes mamarios y en pacientes más jóvenes que tienden a tener tejido mamario denso.
  • Biopsia: siguiendo distintas metodologías según la sospecha y el tipo de tumor, se obtiene una muestra celular del tejido sospechoso y se observa en el laboratorio. La biopsia es la única forma para confirmar con toda exactitud si una masa es cancerígena.

Una vez se ha diagnosticado el cáncer de mama, es muy importante conocer su extensión y si se ha diseminado o no (estadiaje). Por ello, es posible que se realicen otras pruebas accesorias con el fin de evaluar la gravedad del cáncer y las posibles complicaciones que pueden surgir durante el tratamiento. Pueden ser necesarias analíticas sanguíneas, mamografías en la otra mama, estudios de los huesos, tomografía axial computarizada (TAC) y más.

Tratamiento del cáncer de mama

El tratamiento del cáncer de mama es muy variable y depende de la tipología, la extensión, el rol hormonal en su desarrollo, el estado de salud de la paciente y mucho más. El objetivo principal es extirpar el cáncer, reducir al mínimo la probabilidad de recaída, y evitar la expansión de las células cancerosas (metástasis). La cirugía es uno de los métodos de abordaje iniciales, y puede realizarse de 2 formas:

  1. Cirugía de conservación de la mama, en la que se extirpa el bulto canceroso (tumor).
  2. Mastectomía, donde se extirpa todo el seno. En muchos casos, este procedimiento puede ir seguido de una cirugía reconstructiva.

En caso de que el cáncer se haya expandido, es posible que se necesite extirpar otros tejidos, como los nódulos linfáticos axilares (un lugar de invasión recurrente).

La radioterapia es otro tratamiento común frente al cáncer de mama. En este procedimiento, se utiliza radiación para eliminar células cancerosas y reducir la posibilidad de recurrencia. En general, se recurre a la radioterapia después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa residual, o en algunos casos, antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y así poder abordarlo mejor.

La quimioterapia implica el uso de medicamentos que atacan y destruyen las células cancerosas, ya sea administrados oralmente o mediante infusiones intravenosas. Este tratamiento se utiliza a menudo en situaciones en las que el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, es decir, que ha ocurrido metástasis. Por otro lado, la terapia hormonal es una opción para los cánceres de mama que son sensibles a las hormonas. Este abordaje puede implicar la toma de fármacos que bloquean la acción de las hormonas que alimentan el crecimiento del cáncer, como los inhibidores de aromatasa o los moduladores selectivos de los receptores de estrógeno.

La terapia dirigida se enfoca en los cambios específicos a nivel molecular que caracterizan a algunas células cancerosas. Los medicamentos englobados en la terapia dirigida están diseñados para atacar estas anomalías y limitar el crecimiento del cáncer, a menudo con menos efectos secundarios que la quimioterapia convencional. Por contraparte, la inmunoterapia utiliza el sistema inmunológico del paciente para combatir el cáncer. Estos tratamientos estimulan la respuesta inmunológica para atacar y destruir las células cancerosas. Si bien esta es una opción relativamente nueva con mucho terreno por explorar, ha mostrado resultados prometedores en ciertos tipos de cáncer de mama.

El tratamiento del cáncer de mama depende de una infinidad de factores, y no existe un protocolo que reporte un 100 % de éixto en todos los casos. Ante cualquier duda del paciente, lo más recomendable es ponerse en manos de su profesional médico de confianza.

Compra tu prueba de diagnóstico por imagen

En MIDIAGNOSTICO, puedes comprar tu mamografía, resonancia magnética de mama y ecografía de mama para la prevención, la detección temprana y el diagnóstico del cáncer de mama. Mediante diversos estudios de imagen, la prevención mamaria es posible. Cita en menos de 48 horas, resultados en máximo 72 horas laborables. Sin esperas.

 

 

 

 

Scroll al inicio