Resonancia magnética de columna: preparación, procedimiento y usos

La columna vertebral es la parte posterior del cuerpo humano y abarca desde la base del cuello hasta la cintura. Está compuesta por diversos nervios, músculos, huesos, ligamentos y tendones, formando el pilar principal sobre el que se sostiene el organismo y se mantiene el centro de gravedad. Más allá de su función locomotora y postural, esta estructura se encarga de proteger a la médula espinal, una sección integral del sistema nervioso que transmite mensajes desde y hasta el cerebro.

La columna se divide en varias secciones:

• Columna cervical: está compuesta por los primeros 7 huesos o vértebras y va desde la base del cráneo hasta la sección superior de la columna torácica.
• Columna dorsal o torácica: formada por 12 vértebras, compone el tórax y sirve de soporte a las costillas que forman la caja torácica, entre otras cosas.
• Columna lumbar: está formada por 5 vértebras, siendo estas los segmentos más macizos de la columna vertebral. En esta región nace el tipo de dolor de columna más frecuente, el dolor lumbar o lumbalgia.
• Sacro y coxis o cóccix, regiones finales con sus propias particularidades anatómicas.

El dolor lumbar es una de las causas más comunes de discapacidad en todo el mundo, y encontrar su causa es esencial para abordarlo antes de que se torne crónico. Además, otros muchos trastornos y condiciones pueden afectar a cualquiera de las secciones de la columna, sobre todo debido al esfuerzo mecánico al que está sometida esta estructura durante gran parte del día. En las siguientes líneas, se describen los usos y el procedimiento de la resonancia magnética de columna. 

¿Qué es la resonancia magnética de columna?

La resonancia magnética (RM) es una técnica de diagnóstico por imagen no invasiva que emplea el fenómeno de resonancia magnética nuclear para obtener imágenes tridimensionales detalladas del interior del organismo. Para llevarla a cabo, se utilizan imanes poderosos que producen un potente campo magnético, el cual recoloca los protones presentes en el cuerpo, y una corriente de radiofrecuencia. Sin entrar en demasiado detalle técnico, los sensores de la RM detectan los cambios de energía en dichos protones durante el procedimiento, generando así las imágenes.

Tal y como indica su propio nombre, la resonancia magnética de columna o RM de columna sirve para observar el estado de los tejidos en cualquiera de las secciones de la columna. A diferencia de los rayos X (radiografía) y la tomografía axial computarizada (TAC), este procedimiento no hace uso de radiación ionizante. En la inmensa mayoría de los casos, se considera una prueba segura y fácil de llevar a cabo, si bien puede llegar a suponer un problema en pacientes con problemas de movilidad, obesidad y/o claustrofobia.

Según la región analizada, la RM de columna adopta diversos nombres:

• Resonancia magnética de columna completa o resonancia magnética de espalda.
• Resonancia magnética de columna cervical o resonancia magnética de cuello.
• Resonancia magnética de columna dorsal o resonancia magnética de columna torácica.
• Resonancia magnética de columna lumbar o RM lumbar a secas.

¿Cuáles son los usos de la RM de columna?

La resonancia magnética de columna tiene múltiples usos, dependiendo de la región anatómica estudiada y la sintomatología del paciente, entre otras muchas cosas. En la siguiente lista, se citan algunos de los más habituales:

1. Conocer la anatomía y el alineamiento de la columna vertebral.
2. Encontrar defectos congénitos y anormalidades presentes en el nacimiento en cualquiera de las secciones de la columna.
3. Detectar lesiones en las vértebras, los discos intervertebrales, la médula espinal y otros tejidos de la columna.
4. Registrar compresiones o inflamaciones en nervios presentes en la columna vertebral.
5. Diagnosticar infecciones en cualquiera de las secciones de la columna.
6. Detectar cualquier tumor, maligno o no, en la región cervical, dorsal o lumbar.
7. Otras enfermedades en vértebras, discos y articulaciones de la columna.

La resonancia magnética de columna tiene otros muchos usos y aplicaciones, aunque solo debe realizarse con base en síntomas o en la recomendación de un profesional médico. Cabe destacar que, más allá de la detección de enfermedades y patologías, es una técnica de utilidad para planear y guiar ciertos procedimientos (como la descompresión de un pinzamiento nervioso).

Preparación previa para la resonancia magnética de espalda

La preparación previa para una resonancia magnética de columna es crucial para obtener resultados precisos y garantizar una experiencia cómoda para el paciente. En primer lugar, es necesario comentarle al profesional en salud si se portan elementos metálicos en el interior del cuerpo, pues estos podrían interferir con los campos generados durante la prueba y causar problemas de gravedad variable. Entre los elementos que hay que notificar, destacan los siguientes:

• Marcapasos y desfibriladores implantables.
• Bomba de insulina.
• Neuroestimuladores y estimuladores de médula espinal.
• Prótesis y ortopédicos.
• Stents vasculares.
• Clips vasculares.
• Implantes cocleares.
• Clips para aneurismas cerebrales.

En algunos casos, la presencia de aparatos electrónicos o implantes en el interior del cuerpo puede hacer imposible la realización de la RMN. Es posible que se recurra a otras pruebas de diagnóstico por imagen, como la ecografía o los rayos X. Existen otros dispositivos compatibles con la RMN, por lo que siempre hay que discutir con un profesional médico las opciones antes de decidir si se va a realizar o no este estudio.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la resonancia magnética (RM) suele realizarse en una máquina cerrada en sus extremos, lo que puede resultar problemático para pacientes con claustrofobia. Es necesario avisar al profesional en salud de cualquier posible problema asociado a esto, pues se puede recomendar la realización del estudio en una máquina de resonancia magnética abierta o la toma de ciertos fármacos para aliviar el estrés.

También es importante tener en cuenta que, en algunos casos, se requiere la administración de un medio de contraste (sobre todo gadolinio) para observar mejor los órganos y tejidos a estudiar. Es necesario comentarle al profesional médico cualquier reacción adversa al gadolinio con anterioridad, además de si se padece una nefropatía o se está en diálisis. Debido al daño renal, en estos casos se puede desaconsejar la administración de contraste.

Más allá de estas apreciaciones, el día de la prueba es necesario acudir con ropa cómoda y holgada, pues se pedirá el cambio de ropa a una bata hospitalaria. También es importante quitarse todo elemento metálico del cuerpo, como colgantes, pendientes y gafas. Por último, es posible que el profesional médico recomiende un periodo de ayuno previo de 6 a 8 horas, aunque esto depende mucho del procedimiento y la estructura a estudiar.

¿Cómo es el procedimiento de una resonancia magnética de columna?

Una vez preparado, el profesional designado colocará al paciente en una mesa que se desliza hacia el interior del escáner de resonancia magnética. La máquina tiene forma de “donut” o túnel en su variante cerrada. En este momento, se inoculará el contraste por vía intravenosa (u otra) en los casos en los que sea necesario. También se le informará al usuario de que cuenta con un interfono por el que puede comunicarse con el personal en caso de estrés, ansiedad o cualquier otro percance.

Durante el procedimiento, es crucial mantener una posición cómoda y quieta para que se obtengan imágenes claras y precisas. Se colocarán bobinas de radiofrecuencia alrededor de la parte de la columna que se está examinando, ayudando a enviar y recibir señales de radio necesarias. Puede que se le pida al paciente que siga ciertos patrones respiratorios, los cuales se comunicarán a través del interfono.

Las señales recopiladas durante el estudio se procesan mediante una computadora para crear imágenes detalladas de las estructuras internas de la columna vertebral. El procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la región que se esté examinando. Finalmente, los resultados serán analizados por un radiólogo, quien proporcionará un informe detallado al profesional médico.

En general, se puede hacer vida normal una vez ha terminado el procedimiento. En caso de que se haya administrado un medio de contraste, el profesional puede recomendarle al paciente que beba abundantes líquidos para expulsarlo con la orina cuanto antes. Más allá de esto, no se requieren otras apreciaciones posteriores.

Ventajas y riesgos de la RMN de columna

La resonancia magnética es una técnica de diagnóstico por imagen que reporta múltiples beneficios. Entre los más destacables, se señalan:

• Es una prueba no invasiva e indolora.
• No implica el uso de radiación ionizante, a diferencia de los rayos X y el Tac.
• Es un método más eficaz para la detección de anomalías y lesiones en comparación con otros estudios imagenológicos, como la radiografía convencional o la ecografía.
• Puede detectar hallazgos clínicos que permanecen ocultos en otros procedimientos médicos.
• La RM es altamente efectiva para evaluar tejidos blandos, como los músculos, los ligamentos y los nervios.
• La capacidad de generar imágenes tridimensionales de la columna vertebral ayuda a los médicos a tener una comprensión más completa de la anatomía y a evaluar mejor la extensión de las lesiones o deformidades.
• La RMN es el método preferido para evaluar las complicaciones posibles tras una cirugía de columna vertebral, como sangrado o infección.

En lo que a efectos secundarios y desventajas se refiere, es necesario destacar que estos son mínimos (o nulos) si se siguen las recomendaciones médicas al pie de la letra. Como se ha mencionado en líneas previas, el potente campo magnético que implica la realización de este estudio no es dañino para el organismo, pero sí que puede reaccionar de forma adversa con ciertos dispositivos electrónicos y/o metálicos en el interior del cuerpo. Por ello, en algunos pacientes con requerimientos especiales puede desaconsejarse el uso de esta prueba.

En los casos en los que se requiera la administración de contraste, hay que factorizar el riesgo de reacción alérgica, si bien el gadolinio no suele provocar problemas en este frente. También hay que prevenir la administración de este medio a todo paciente con disfunción renal grave, pues existe riesgo de sufrir una fibrosis sistémica nefrógena.

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