Cuando llega el otoño y las temperaturas bajan, los dolores de garganta se convierten en el día a día de muchas familias. Este signo clínico, englobado en el cuadro de faringitis, puede tener muchas causas: gripe, resfriado, infección bacteriana y más. Los Influenzavirus, los Rhinovirus y los Adenovirus son algunos de los microorganismos principales implicados en su aparición.
En la mayoría de los casos, las faringitis son de origen vírico y no se requiere tratamiento especial, pues el sistema inmunitario se encarga de combatir la infección por sí solo. De todas formas, en otros casos la enfermedad está causada por bacterias y se requiere el consumo de antibióticos. Los Criterios de Centor pueden ayudar a realizar esta distinción y comenzar el tratamiento cuanto antes.
Dolor de garganta: definición y causas
Antes de entrar de lleno en las utilidades de los Criterios de Centor, es necesario esclarecer conceptos. La faringitis es la inflamación e irritación de la faringe, el conducto de paredes musculosas y membranosas que conecta la boca con el esófago. Puede ser aguda (de corta duración) o crónica (mantenida en el tiempo), lo cual define su etiología.
Hasta el 80% de las faringitis son de origen vírico y están causadas por Rhinovirus, Influenzavirus, Adenovirus, Coronavirus y virus Influenza. Las bacterias son responsables de un número más reducido de casos (hasta el 36%) y la mayoría tienen como agentes patógenos a estreptococos beta-hemolíticos del grupo A. Otros microorganismos no virales menos comunes son Chlamydia pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae y Haemophilus influenzae, aunque existen muchos más.
Los síntomas más habituales de la faringitis son los siguientes:
- Fiebre leve.
- Indisposición general.
- Dolor de garganta.
- Congestión nasal.
- Tos.
- Ronquera.
- Dolor de cabeza.
De todas formas, cabe destacar que la sintomatología varía mucho según el agente causal. Las faringitis víricas cursan con signos típicos de un catarro, pero las bacterianas pueden ir más allá. En este último caso, es posible experimentar una fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, dificultad para tragar e inflamación de los ganglios del cuello. En general, la faringitis bacteriana es más seria y causa una indisposición mayor.
¿Qué son los Criterios de Centor?
Diagnosticar la faringitis de forma adecuada es esencial para comenzar el tratamiento. Hay que diferenciar un cuadro vírico de uno bacteriano, pues en el primer caso no se suele requerir tratamiento y en el segundo sí. Tomar antibióticos cuando el agente causal no es bacteriano siempre es un error: no va a curar la enfermedad y, además, se favorece que aparezcan infecciones complicadas en el futuro.
Los Criterios de Centor son un sistema de puntuación de 4 puntos que se utiliza para ayudar con la estratificación del riesgo de faringitis por estreptococos y la toma de decisiones clínicas. Se trata de una herramienta de fácil aplicación en los centros de atención primaria para distinguir una faringitis vírica de una bacteriana y así comenzar el tratamiento cuanto antes.
Los Criterios de Centor para el estreptococo beta-hemolítico del grupo A son los siguientes. Cada valor positivo suma 1 punto:
- Ausencia de tos.
- Presencia de exudado amigdalar (secreción blanquecina).
- Fiebre de más de 38 °C.
- Adenopatías cervicales anteriores (inflamación de los ganglios linfáticos del cuello).
En un principio, este criterio se ideó para pacientes de 15 años en adelante. Hoy en día, se añade una variante más para realizar el diagnóstico:
- A las personas de 15 años o menos se les añade 1 punto.
- A las personas de 44 años o más se les sustrae 1 punto.
Interpretación de los resultados
El camino a seguir según los resultados obtenidos es diferente según la fuente consultada. De todas formas, la metodología general se resume en la siguiente lista:
- Puntuación de 0: el riesgo de infección por estreptococos del grupo A es de un 1-2,5%. No se requieren más pruebas diagnósticas y tampoco tratamiento.
- Puntuación de 1: el riesgo es algo mayor que el caso anterior, pues oscila un 5-10%. De todas formas, tampoco se recomiendan más pruebas o diagnósticos.
- Puntuación de 2: el riesgo de infección por estreptococos del grupo A es de un 11-17%. En este punto, se recomienda un test de antígenos rápido para confirmar o descartar la enfermedad.
- Puntuación de 3: el riesgo ya es considerable, de un 28-35%. Según la fuente consultada, se pueden tomar 2 caminos: hacerse un test de antígenos rápido o comenzar el tratamiento con antibióticos empírico. Es decir, se comienza la medicación antes de tener el diagnóstico completo.
- Puntuación de 4 o más: el riesgo de infección por estreptococos ya es mayor al 50%. De nuevo, se pueden recomendar más pruebas para confirmar la infección o comenzar el tratamiento empírico.
Algunas organizaciones desaconsejan el tratamiento empírico con antibióticos incluso en pacientes con un resultado alto. Como se ha nombrado en líneas previas, el uso abusivo de estos fármacos puede generar resistencias por parte de los patógenos y complicar infecciones en el futuro. Al final del día, el profesional médico es el único que va a poder recomendar cada cuadro de forma individual.