La tomografía axial computarizada (TAC) es un examen médico que reproduce múltiples imágenes del interior del cuerpo. La maquinaria de esta técnica está compuesta por un gantry, un aro giratorio con un tubo de rayos X y detectores opuestos, una mesa deslizante donde se coloca al paciente y una computadora de procesamiento de imágenes. Durante el examen, el tubo emite rayos X mientras gira alrededor del cuerpo, y los detectores capturan la radiación que atraviesa los tejidos. La computadora procesa los datos obtenidos y reconstruye imágenes en cortes transversales o en 3D, lo que permite una visualización detallada de órganos, huesos y tejidos blandos con alta precisión.
Tal y como se ha descrito en estas líneas, la metodología empleada para llevar a cabo cada técnica de diagnóstico por imagen es diferente. La radiografía es una prueba algo más sencilla y rudimentaria que solo emite un haz de rayos X a través del organismo, mientras que el TAC hace uso de tecnología más sofisticada para generar imágenes detalladas del cuerpo con varios haces de rayos X a la vez.
2. El TAC es un estudio mucho más detallado
La radiografía genera imágenes en 2 dimensiones (2D), mientras que el TAC lo hace en 3 dimensiones (3D). La capacidad del TAC de obtener resultados en cortes transversales detallados permite visualizar estructuras internas con mayor precisión y detectar condiciones más complejas, como tumores, hemorragias, fracturas o enfermedades de los órganos blandos. Además, el TAC ofrece una mejor diferenciación entre los tejidos, ya que puede mostrar variaciones más sutiles en la densidad de los mismos.
De todas formas, esto no significa que ambos estudios sean mutuamente excluyentes. En la mayoría de los casos, se suele utilizar la radiografía como método diagnóstico inicial, puesto que es más barata, requiere una inversión tecnológica menor, y es más rápida. En caso de observarse cualquier anormalidad que requiera un estudio más exhaustivo, se puede recurrir al TAC.
3. Tiempo de exploración
Las radiografías son estudios imagenológicos muy rápidos que tienen una duración estimada de 10-15 minutos, o incluso menos, dependiendo de la región anatómica estudiada. La tomografía axial computarizada (TAC) también es bastante rápida y se demora en su realización una media de 20-25 minutos, si bien se considera algo más laboriosa y lenta que los rayos X convencionales.
Esta pequeña diferencia en el intervalo de duración puede ser un condicionante vital en un entorno de urgencias. Por este motivo, la radiografía suele ser la técnica más empleada en situaciones límites o que requieren un tiempo de acción muy rápido.
4. Dosis de radiación emitida
Como se ha mencionado en líneas previas, el TAC tiene una mayor resolución diagnóstica en comparación con la radiografía, pero esto implica también un costo asociado. La radiación ionizante, fenómeno básico para la obtención de imágenes en las pruebas aquí citadas, conlleva ciertos riesgos si se usa en exceso, pues tiene la potencial capacidad de dañar el ADN de las células y promover la aparición de ciertos tipos de cáncer. Por este motivo, no se suele recomendar la utilización muy repetida en el tiempo de TAC o radiografías, y tampoco la exposición fetal en mujeres embarazadas.
Al emplear múltiples haces de radiación, el TAC supone una exposición mucho mayor a radiación ionizante, tal y como es de esperar. Para ejemplificar esta realidad, se comparan las dosis emitidas en 2 pruebas análogas:
- Radiografía de tórax: una radiografía de tórax simple expone al paciente alrededor de 0.1 mSv. Esto es equivalente a la radiación solar obtenida al estar expuesto al entorno natural durante 10 días.
- TAC de tórax: en general, un TAC de tórax puede administrar una dosis de entre 1 y 7 mSv. Esto es entre 70 y 100 veces más en comparación con una radiografía de tórax, y equivale a un año de exposición natural al entorno.
Como se puede observar, el TAC supone una exposición mucho mayor a radiación ionizante en comparación con la radiografía convencional. En la inmensa mayoría de los casos, el potencial beneficio diagnóstico supera con creces todo riesgo de la metodología, pero aun así es un factor a tener en cuenta.
5. Diferencia diagnóstica
En este punto, es necesario esclarecer que ambas pruebas son complementarias, y que solo deben realizarse bajo estricta indicación médica. A pesar de esta apreciación, se pueden realizar ciertas generalizaciones en lo que a utilización de TAC y radiografía se refiere.
La radiografía se suele emplear para:
- Detectar fracturas óseas.
- Diagnosticar problemas articulares.
- Encontrar problemas en los pulmones (bronquitis, neumonía, EPOC y más).
- Comenzar el diagnóstico de cáncer.
El TAC se suele emplear para:
- Búsqueda de coágulos sanguíneos en el cuerpo.
- Detección avanzada de fracturas (huesos rotos, problemas articulares y más).
- Diagnóstico de problemas cerebrales (lesiones, hemorragias internas, y más).
- Encontrar signos de enfermedad cardiaca.
- Realizar un diagnóstico más exhaustivo ante la sospecha de un cáncer.
- Medir el nivel de densidad ósea y detectar condiciones como osteopenia u osteoporosis.
La diferencia clave entre el TAC y la radiografía en diagnóstico radica en la capacidad de visualización y el tipo de información que proporcionan. La radiografía ofrece una imagen bidimensional, rápida y de bajo costo, mientras que el TAC reporta imágenes 3D y es mucho más exhaustivo.
6. Uso de contraste
Los contrastes son tintes (u otras sustancias) que se emplean para resaltar áreas anormales o de interés clínico en el interior del cuerpo durante una exploración diagnóstica. Según el tip de estudio realizado, el material de contraste puede presentar características diversas. En lo que a este tema se refiere, es importante resaltar que la radiografía rara vez hace uso de medio de contraste, pues la generación de imágenes se basa exclusivamente en la capacidad de absorción de radiación de los tejidos y su capacidad diagnóstica es bastante limitada, con o sin agente administrado.
Por otro lado, en el TAC sí es bastante habitual que se emplee un contraste a base de yodo que se suele administrar por vía intravenosa, oral o en algunas ocasiones, rectal, dependiendo del área a evaluar. Esto mejora la calidad de las imágenes y es clave a la hora de detectar áreas anormales asociadas, por ejemplo, a la aparición de un proceso cancerígeno. En ciertos casos, como para estudios del tracto gastrointestinal, también se puede usar contraste oral a base de bario o de otros compuestos que mejoran la visualización del intestino.
7. Precio de la radiografía y precio del TAC
Debido a su mayor resolución diagnóstica y necesidad de maquinaria avanzada, el TAC es claramente más costoso a nivel monetario en comparación con la radiografía tradicional. Además, esta técnica avanzada suele estar algo menos disponible en centros sanitarios localizados en regiones empobrecidas o con baja capacidad económica.
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