Resonancia magnética lumbar: procedimiento y usos
- 04/16/2024
La región lumbar, también conocida como parte inferior de la espalda, es la tercera zona de la columna vertebral, y está compuesta por 5 vértebras (L1-L5). Esta parte del cuerpo consta de diversos huesos vertebrales, discos intervertebrales, músculos, estructuras nerviosas, ligamentos y vasos sanguíneos. Aunque es muy fuerte y resistente, está sujeta a un grado alto de estrés y cargas, por lo que es normal que surja dolor y malestar asociado a la parte lumbar de la espalda.
Tal y como indican fuentes médicas, se estima que el 60-80 % de las personas tendrán al menos un episodio de lumbalgia en su vida. La realización de estudios imagenológicos en esta región anatómica es esencial para encontrar la causa de este cuadro y otros muchos. En las siguientes líneas, se describe el procedimiento, los usos de la resonancia magnética lumbar, entre otras particularidades.
¿Qué es la resonancia magnética lumbar?
La resonancia magnética (RM), imagen por resonancia magnética (IRM) o tomografía por resonancia magnética (TRM) es una técnica de diagnóstico por imagen no invasiva que utiliza campos magnéticos y ondas de radiofrecuencia para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca dentro de un potente campo magnético creado por imanes superconductores y, a continuación, se emiten pulsos de radiofrecuencia que interactúan con los átomos de hidrógeno presentes en el organismo. Las señales emitidas en este proceso son detectadas y procesadas por una computadora para crear imágenes tridimensionales de alta resolución.
La resonancia magnética se utiliza ampliamente en medicina para diagnosticar una variedad de enfermedades y trastornos, desde lesiones musculoesqueléticas hasta trastornos neurológicos y enfermedades cardíacas. Tiene una gran capacidad para proporcionar imágenes detalladas de tejidos blandos y estructuras internas sin usar radiación ionizante, a diferencia de los rayos X o la tomografía axial computarizada (TAC).
Como su propio nombre lo indica, la resonancia magnética lumbar o resonancia lumbar es la RM encargada de producir imágenes detalladas de la columna lumbar. Esto comprende a los huesos lumbares, los discos, la médula y otras estructuras situadas en la parte baja de la espalda.
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Usos de la resonancia lumbar
La resonancia de columna se puede recomendar ante la presencia de diversos signos clínicos y síntomas, específicamente el dolor en la espalda baja (lumbalgia/lumbago). Esta técnica de diagnóstico por imagen es de interés para la detección de:
- Causas de dolor en la espalda baja, específicamente si está acompañado de fiebre.
- Defectos congénitos de la espalda.
- Lesiones en la región lumbar.
- Problemas en la vejiga.
- Espondilosis (degeneración de la columna vertebral).
- Debilidad, falta de movimiento y otros síntomas asociados a las extremidades inferiores.
- Espondilolistesis (deslizamiento de las vértebras).
- Ante señales de tumores o cáncer en la espalda baja.
- Diagnóstico y confirmación de la esclerosis múltiple, entre otras pruebas por imagen.
La resonancia magnética proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos y óseos de la columna vertebral. Esto permite a los profesionales en salud evaluar con precisión su anatomía y detectar diversas anormalidades estructurales y cuadros en la región lumbar.
¿Cómo prepararse para una resonancia magnética lumbar?
Según el centro y las indicaciones médicas, puede que se le pida al paciente que no coma ni beba nada durante las 4-6 horas previas antes del estudio. También es importantísimo avisar al profesional en salud sobre cualquier implante u objeto metálico en el interior del cuerpo, como:
- Válvulas cardiacas artificiales.
- Clips para aneurismas cerebrales.
- Marcapasos y desfibriladores cardiacos.
- Prótesis metálicas.
- Stents.
- Implantes cocleares (dentro del oído).
- Piezas metálicas dentro de cualquier parte del cuerpo.
En cuanto a recomendaciones más generales, hay que quitarse cualquier objeto metálico extraíble (pendientes, gafas, anillos, joyas y más) del cuerpo, pues esto podría interferir con la obtención de imágenes. También es necesario avisar a los profesionales en salud de todo tipo de ansiedad/claustrofobia, pues la resonancia magnética en su variante cerrada puede ser agobiante para personas con problemas en espacios cerrados. En escenarios de claustrofobia, se puede recomendar la toma de medicamentos relajantes o la realización de la prueba en una resonancia magnética abierta.
En algunos casos, puede que se necesite la administración de un medio de contraste (en general gadolinio) para obtener imágenes más claras y realizar un diagnóstico más certero. En este escenario, es muy importante avisar sobre cualquier problema en los riñones o si se está en diálisis, pues el contraste podría comprometer más aún la salud renal.
¿Cómo se realiza la RM lumbar?
Una vez se ha cambiado de su ropa habitual a la bata hospitalaria y se ha quitado todos los objetos metálicos, el paciente se debe acostar en una camilla, la cual se desliza dentro del escáner de resonancia magnética. Es importante que esté cómodo y permanezca lo más inmóvil posible durante el procedimiento para obtener imágenes de alta calidad. También se le aportará un comunicador de radio, con el cual podrá hablar con el personal en salud en caso de malestar, y unos cascos para aliviar el sonido de la máquina.
Una vez que el paciente está posicionado correctamente, el técnico de resonancia magnética puede administrarle al paciente un agente de contraste por vía intravenosa, si es que se necesita, para mejorar la visibilidad de ciertas estructuras o potenciales enfermedades. Durante el escaneo, se emiten pulsos de radiofrecuencia y se aplican campos magnéticos para generar imágenes detalladas de la región lumbar. El procedimiento tiene una duración estimada de aproximadamente 30-60 minutos.
¿Qué se siente durante una resonancia lumbar?
La resonancia lumbar es una técnica de diagnóstico por imagen no invasiva e indolora. De todas formas, y como se ha mencionado en líneas previas, es natural percibir algo de nerviosismo y/o malestar por la permanencia en un espacio estrecho y por la necesidad de estar inmóvil. En caso de que la ansiedad y la sensación de opresión sean imposibles de gestionar, existe la posibilidad de comunicarse con los profesionales en salud a través del intercomunicador.
En caso de que se administre un medio de contraste, pueden experimentarse algunos efectos secundarios, como los siguientes:
- Cefalea.
- Dolor en la zona de punción.
- Frialdad.
- Ligeras náuseas.
En caso de que estos síntomas se acrecienten con el tiempo o se tornen más severos, es esencial ponerse en contacto con el profesional médico.
¿Qué esperar después de la prueba?
En la inmensa mayoría de los casos, se puede hacer vida completamente normal después de la realización de la RM lumbar. De todas formas, si se ha consumido un ansiolítico, es posible que se recomiende ir acompañado y no conducir tras el estudio. En los casos en los que se ha administrado un contraste de gadolinio, se recomienda beber abundantes cantidades de agua para orinar y desechar el exceso de contraste del organismo cuanto antes.
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